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El blog de Sueños de España

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Hace muchos años, cuando el idioma castellano entró en mi vida, empecé un maravilloso viaje que nunca acabará... Y tanto me gusta compartirlo con vosotros ! Gracias por seguirme, por participar, por dejar comentarios y leerme, y sobretodo, gracias por el amor y el cariño que les tenéis a nuestra bella España y a las culturas hispánicas.


Peregrinación de doña Juana por el campo castellano...(1506-1507)

Publié par vero0576 sur 22 Janvier 2011, 17:03pm

Catégories : #Juana I de Castilla - la Loca, #Historia

Peregrinación de doña Juana por el campo castellano...(1506-1507)

La obra de Francisco Pradilla ilustra la mácabra peregrinación de Doña Juana la Loca cuando quiso trasladar al cuerpo de su difunto marido de la Cartuja de Miraflores a Granada.

El 25 de septiembre de 1506 falleció después de varios días de intensa fiebre Felipe el Hermoso, esposo de la reina Juana I de Castilla a la que llamaban Juana la Loca por los arrebatos de celos que le daban a la reina las infidelidades repetidas de su marido, y por sus tendencias esquizofrénicas y depresivas. Juana, que le tenía a su marido una pasión muy fuerte, hasta obsesiva, le veló de día y de noche con devoción y amor pero sin derramar nunca ni una lágrima incluso después de su muerte.

Cuando se produjo el fallecimiento de Felipe la Corte se alojaba en Burgos, por eso fue sepultado el cadáver embalsamado en la Cartuja de Miraflores que se situaba a algunos kilómetros de allí, después de extraerle el corazón y enviarle a Brujas.

Pero Felipe quería que le sepultaran en Granada, por eso en diciembre, a pesar de las condiciones climáticas poco favorables y de su estado de embarazo muy avanzado, Juana decidió emprender el camino hacia Granada para cumplir con el deseo de su marido.

"Así pues - nos informa de nuevo Anglería-, desenterró al marido el 20 de diciembre. Lo vimos colocado, dentro de una caja de plomo, recubierta con otra de madera, todos los embajadores presentes, a los cuales, una vez abierta la caja, nos llamó para que reconociésemos el cuerpo..."* p.151

" En un carruaje tirado por cuatro caballos traídos de Frisia hacemos su transporte. Damos escolta al féretro, recubierto con regio ornato de seda y oro. Nos detuvimos en Torquemada...En el templo parroquial guardan el cadáver soldados armados, como si los enemigos hubieran de dar el asalto a las murallas. Severísimamente se prohíbe la entrada a toda mujer."* p.151

Entonces se puso en marcha un mácabro cortejo fúnebre que avanzaba sólo por la noche a la luz temblorosa de los hachones. El 14 de enero de 1507 se produjo en Torquemada el alumbramiento y Juana dio a luz a la hija de su difunto marido, Catalina, que acompañará muchos de sus años  de soledad, quedándose encerrada con ella en Tordesillas entre 1509 y 1525. Pero en abril del mismo año la peste obligó al cortejo a desplazarse hasta Hornillos de Cerrato.

"Estamos sitiados por la peste - se afligía el humanista Pedro Mártir de Anglería-. Ya se ha introducido en el zaguán de la Reina... Al obispo de Málaga la peste le ha arrebatado ocho criados. Colige en qué peligrosa situación nos encontramos..."*p.150

Juana no quería escuchar de alojarse en lugares más importantes porque decía que era "mujer de un solo amor y su castidad le obligaba a buscar pueblos pequeños y apartados."* Fue en el camino entre Torquemada y Hornillos cuando encontrándose con un convento de monjas, se imaginó Doña Juana que éstas querían robarle el cuerpo de su marido.

" Cuando supo que era femenina la comunidad, inmediatamente dio órdenes para que trasladasen el féretro de allía y, a campo descubierto, a cielo raso, mandó que sacasen el cadáver durante la noche, a la débil luz de las hachas, que apenas si dejaban arder la violencia del viento. Unos artesanos venidos al efecto abrieron la caja de madera y la de plomo. Después de contemplar el cadáver del marido, llamando a los nobles como testigos, mandó de nuevo cerrarlo y que a hombros lo trasladasen a Hornillos."*p.153

El cortejo prosiguió el mácabro viaje hasta Tórtoles donde tuvo lugar un encuentro entre Juana y su padre Fernando el Católico, encuentro muy conmovedor según las fuentes de la época. Después llegó el cortejo a Arcos donde permanecieron más de un año y fue empeorando el estado de la reina: dormía en el suelo, no se cambiaba de ropa ni se lavaba.

Mientras tanto la situación política iba volviéndose cada vez más inestable y se temía conjuras del partido filipino, posiblemente encabezadas por el emperador Maximiliano, y por lo tanto existía un real peligro de rapto de Doña Juana. Por eso y por el estado emocional de su hija, a lo que hay que añadir fines políticos apenas disimulados, Fernando decidió llevar a su hija a un lugar más seguro y escogió para ello el palacio de Tordesillas, en particular por la proximidad de Valladolid donde frecuentemente se establecía al Corte. La trasladó allí en febrero de 1509, y al cuerpo del esposo al convento de Santa Clara muy próximo. En Tordesillas se quedó sepultado Felipe hasta 1525, cuando su hijo Carlos I le hizo trasladar definitivamente a Granada.

En cuanto a Doña Juana, vivió recluida durante 46 años en el palacio de Tordesillas, hundiéndose en la desesperanza, traicionada y despreciada tanto por el padre y el hijo como lo fue por el marido, con la única compañía de su hija Catalina, hasta que se la arrebataran para casarla con el rey de Portugal en 1525.

 

Juana la Loca, la cautiva de Tordesillas, Manuel Fernández Alvarez, edición Austral, 2010

Burgos : Casa del Cordón y Cartuja de Miraflores (1,2,3) - Iglesia de Torquemada (4) - Hornillo del Cerrato (5,6) - Tórtoles (7) - Santa María (8) - Arcos (9)
Burgos : Casa del Cordón y Cartuja de Miraflores (1,2,3) - Iglesia de Torquemada (4) - Hornillo del Cerrato (5,6) - Tórtoles (7) - Santa María (8) - Arcos (9)Burgos : Casa del Cordón y Cartuja de Miraflores (1,2,3) - Iglesia de Torquemada (4) - Hornillo del Cerrato (5,6) - Tórtoles (7) - Santa María (8) - Arcos (9)Burgos : Casa del Cordón y Cartuja de Miraflores (1,2,3) - Iglesia de Torquemada (4) - Hornillo del Cerrato (5,6) - Tórtoles (7) - Santa María (8) - Arcos (9)
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L'oeuvre de Francisco Pradilla illustre le voyage de Jeanne la Folle lorsqu'elle entreprit de transférer le corps de son mari défunt de la Chartreuse de Miraflores à Grenade.

Le 25 septembre 1506, après plusieurs jours d'intense fièvre, se produisit le décès de Philippe le Beau, époux de Jeanne I de Castille, surnommée Jeanne la Folle en raison de ses accès de jalousie provoqués par les infidélités répétées de son mari, et de ses tendances squizophrène et dépressive. Jeanne, qui vouait à son mari une passion très forte, obsessionnelle même, le veilla jour et nuit avec dévotion et amour, mais sans jamais verser une larme, même après sa mort.

Lorsque se produisit le décès de Philippe, la Cour se trouvait à Burgos; c'est la raison pour laquelle le cadavre embaumé fut placé à la Chartreuse de Miraflores, à quelques kilomètres de là, après qu'on a extrait son coeur et qu'on l'a envoyé à Bruges.

Mais Philippe voulait être enterré à Grenade, donc en décembre, malgré des conditions climatiques défavorables et une grossesse déjà bien avancée, Jeanne décida de se mettre en route vers Grenade pour accéder au souhait de son époux.

"C'est ainsi que - nous informe de nouveau Anglería - elle déterra son mari le 20 décembre. Toutes les personnes présentes le vîmes dans une caisse de plomb, elle-même placée dans une autre en bois, et elle nous appela pour que nous reconnaissions le corps."*

" Nous le transportons dans une voiture tirée par quatre chevaux de Frise. Nous escortons le cercueil, recouvert d'une parure royale de soie et d'or. Nous nous arretâmes à Torquemada... Dans le temple royal ce sont des soldats armés qui gardent le corps, comme si des ennemis étaient sur le point de donner l'assaut. L'entrée est rigoureusement interdite à toute femme."*

Alors le cortège funèbre se mit en marche, n'avançant que de nuit, à la lueur tremblante des torches. Le 14 janvier 1507 à Torquemada, Jeanne accoucha et mit au monde la fille de son défunt mari, Catherine, qui accompagnera bon nombre de ses années de solitude et restera enfermée avec elle à Tordesillas de 1509 à 1525. Mais en avril de la même année la peste obligea le cortège à aller jusqu'à Hornillos de Cerrato.

"Nous sommes assiégés par la peste - s'affligeait l'humaniste Pedro mártir de Anglería -. Elle s'est déjà introduite dans le cabinet de la reine... La peste a arraché huit domestiques à l'évêque de Málaga. Voyez dans quelle périlleuse situation nous nous trouvons..."*

Jeanne ne voulait pas entendre parler de résider dans des villages plus importants car elle disait qu'elle était "la femme d'un seul amour et que sa chasteté l'obligeait à rechercher des petits villages isolés." C'est sur le chemin entre Torquemada et Hornillos que, se trouvant face à un couvent de religieuses, il vint à l'esprit de Jeanne que celles-ci avaient pour dessein de lui dérober le corps de son mari.

"Lorsqu'elle sut qu'il s'agissait d'une communauté de femmes, elle ordonna immédiatement que l'on enlève le cercueil de là où il se trouvait et, à la belle étoile et en pleine nuit, elle demanda que l'on sorte le cadavre à la faible lueur des torches que le vent violent menaçait d'éteindre. Quelques artisans venus à cet effet ouvrirent la caisse de bois et de plomb. Après avoir contemplé le cadavre de son mari, elle appela comme témoins les nobles qui l'accompagnaient, demanda que l'on referme la caisse et qu'il soit transporté à épaules d'hommes jusqu'à Hornillos."*

Le cortège poursuivit le macabre voyage jusqu'à Tórtoles où eut lieu une rencontre entre Jeanne et son père Ferdinand le Catholique, rencontre très émouvante selon les sources de l'époque. Ensuite le cortège arriva à Arcos où ils demeurèrent plus d'un an, séjour durant lequel l'état de la reine ne fit qu'empirer: elle dormait par terre, ne changeait pas de vêtements, ne se lavait pas.

Pendant ce temps la situation politique devenait de plus en plus instable et on craignait des complots de la part du parti de Philippe, éventuellement dirigés par l'empereur Maximilien; dans ce contexte on pouvait croire à un réel danger d'enlèvement de Jeanne. C'est pour cette raison, à laquelle il fallait ajouter l'état émotionnel de la reine et des fins politiques à peine dissimulées, que Ferdinand décida d'emmener sa fille vers un lieu plus sûr et choisit pour cela le palais de Tordesillas, notamment en raison de sa proximité avec Valladolid où la Cour s'établissait fréquemment.

Il la transfèra là-bas en février 1509, et fit placer le corps de son époux dans le très proche couvent de Santa Clara. Philippe resta enterré à Tordesillas jusqu'en 1525, lorsque son fils Charles Quint le fit transporter définitivement à Grenade.

Quant à Jeanne, elle vécut recluse pendant 46 ans dans le palais de Tordesillas, sombrant dans le désespoir, trahie et méprisée par son père et son fils comme elle l'avait été par son mari, avec pour unique compagnie sa fille Catherine qu'on lui arracha en 1525 pour la marier au roi du Portugal.

 

* Traduit par Véronique RAMOND de Juana la Loca, la cautiva de Tordesillas, Manuel Fernández Alvarez, edición Austral, 2010

Recorrido de Juana de Castilla, de Burgos a Tordesillas (12/1506-03/1509)

Recorrido de Juana de Castilla, de Burgos a Tordesillas (12/1506-03/1509)

Monumento a Juana de Castilla, Tordesillas

Monumento a Juana de Castilla, Tordesillas

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