Hace muchos años, cuando el idioma castellano entró en mi vida, empecé un maravilloso viaje que nunca acabará... Y tanto me gusta compartirlo con vosotros ! Gracias por seguirme, por participar, por dejar comentarios y leerme, y sobretodo, gracias por el amor y el cariño que les tenéis a nuestra bella España y a las culturas hispánicas.
Voz e imágenes por Pablo Neruda Poema XX Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo : "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los...
ROMANCE DEL REY MORO QUE PERDIÓ ALHAMA Paseábase el Rey moro por la ciudad de Granada desde la puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla. -"¡Ay de mi Alhama!" Cartas le fueron venidas que Alhama era ganada: las cartas echó en el fuego y al mensajero matara....
Ciudad sin sueño No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan las cabañas. Vendrán las iguanas a morder a los hombres que no sueñan Y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas...
A todos los enamorados de las palabras y del idioma español... LAS PALABRAS "…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las...
Las morillas de Jaén Tres moricas me enamoran en Jaén: Aixa, Fátima y Marién. Tres moricas tan garridas iban a coger olivas, y hallábanlas cogidas en Jaén: Aixa, Fátima y Marién. Y hallábanlas cogidas y tornaban desmaídas y las colores perdídas en Jaén:...
Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde, otra de malva, y la otra, un corselete escocés con cintas hasta la cola. Las que van delante, garzas la que va detrás,...
Corriendo van por la vega a las puertas de Granada hasta cuarenta gomeles y el capitán que los manda. Al entrar en la ciudad, parando su yegua blanca, le dijo éste a una mujer que entre sus brazos lloraba: “Enjuga el llanto, cristiana no me atormentes...
Explico algunas cosas PREGUNTARÉIS: Y dónde están las lilas? Y la metafísica cubierta de amapolas? Y la lluvia que a menudo golpeaba sus palabras llenándolas de agujeros y pájaros? Os voy a contar todo lo que me pasa. Yo vivía en un barrio de Madrid,...
Muerte De Antoñito El Camborio Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir. Voces antiguas que cercan voz de clavel varonil. Les clavó sobre las botas mordiscos de jabalí. En la lucha daba saltos jabonados de delfín. Bañó con sangre enemiga su corbata...
El prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna anda despacio y garboso. Sus empavonados bucles le brillan entre...
Lorena Mazuera Me gustas cuando callas... Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas están llenas...
Elegía a Doña Juana la Loca Princesa enamorada sin ser correspondida. Clavel rojo en un valle profundo y desolado. La tumba que te guarda rezuma tu tristeza a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol. Eras una paloma con alma gigantesca cuyo...
Lucha entre la crueldad y el sueño, la fealdad de la realidad y la belleza de las palabras... Escena del Teniente Coronel de la Guardia Civil Teniente Coronel Yo soy el teniente coronel de la Guardia Civil Sargento Sí. Teniente Coronel Y no hay quien...
Molinos, Consuegra La mujer manchega La Mancha y sus mujeres... Argamasilla, Infantes, Esquivias, Valdepeñas. La novia de Cervantes, y del manchego heroico, el ama y la sobrina, (el patio, la alacena, la cueva y la cocina, la rueca y la costura, la cuna...
El crimen fue en Granada Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos;...