El diario de Tita - Laura Esquivel

25 años después de la publicación de Como agua para chocolate, Laura Esquivel nos informa de que su famosa novela es la primera parte de una trilogía de la que el diario es la segunda entrega. El diario de Tita se inspira en su predecesor cambiando el punto de vista ya que se trata de un diario, o sea de un relato autobiográfico por parte de Tita, esta joven mexicana condenada a renunciar al amor de su vida por culpa de una injusta tradición familiar según la que la hija más joven de la familia tiene que quedarse soltera para cuidar de su madre hasta su muerte.

Lo primero que me llamó la atención cuando vi el libro fue su preciosa edición : las páginas con las orillas quemadas, salvadas del incendio del rancho, la letra cursiva, y sobretodo las fotos antiguas y las flores secas colocadas de par en par, que permiten adentrarse más en la intimidad de la protagonista. Es un libro bonito, que nos da ganas de hojearlo incluso antes de comenzar a leerlo.

Y cuando empezamos a leerlo de verdad, de inmediato nos arroja al universo fabuloso de Como agua para chocolate; vivimos de nuevo, a través de la mirada de Tita, todos estos episodios delirantes tan propios del realismo mágico latinoamericano. Tita, mamá Elena, Rosaura, Gertrudis, Pedro, John Brown, el ambiente pesado del rancho, el remanso de paz de la casa de John y el México revolucionario vuelven a nuestra memoria, intactos. Y por supuesto, las recetas de Tita, que le sirven para expresar todos los sentimientos que no puede comunicar con palabras ni con gestos. Tita es una mujer hermosa y excesiva que nos arrastra por un torbellino de emociones que nada puede parar; como en Como agua para chocolate, las emociones son las que mandan y deciden, son un protagonista de pleno derecho que maneja a los personajes a su antojo como títeres sin que estos puedan reaccionar; no tienen la más mínima oportunidad de escapar de su destino.

El diario de Tita es un himno a los sentimientos y a la vida, una autobiografía novelada llena de inocencia y de fuerza, que puede conducirnos a reflexionar sobre el poder que tenemos frente a las vicitudes de la vida, en fin sobre nuestra propia libertad. Pero sobretodo es un momento de puro placer, un viaje sensual en que cada palabra tiene olor y gusto.

Véronique RAMOND

Querido diario,

hoy hubo una fiesta en mi casa y vinieron don Pascual y Pedro. En determinado momento mi mamá me pidió que fuera a la cocina por una charola de buñuelos y Pedro amablemente se ofreció a ayudarme. Aprovechó ese instante a solas conmigo para declararme su amor. Yo no supe qué decir y le dije que lo iba a pensar. Él me respondió que el amor no se piensa, se siente o no se siente, y tiene razón. Cuando él me mira no puedo pensar en otra cosa más que en lo que estoy sitiendo y que es algo parecido a lo que una masa de buñuelo debe sentir al contacto con el aceite hirviendo. Finalmente le di el sí de manera apresurada, pues escuché los pasos de mi madre entrando en la cocina."

El diario de Tita, ed. Suma de letras p.7