La voz dormida - Dulce Chacón

La mujer que se iba a morir se llamaba Hortensia. Tenía los ojos oscuros y nunca hablaba en voz alta. Sólo cuando la risa le llenaba la boca, se le escapaba un Ay madre de mi vida que aún no había aprendido a controlar, y lo repetía casi a gritos sujetándose el vientre. Se pasaba gran parte del día escribiendo en un cuaderno azul. Llevaba el cabello largo, anudado en una trenza que le recorría la espalda, y estaba embarazada de ocho meses.

La voz dormida, Dulce Chacón, 2011 Santillanas Ediciones Generales, p.11

La voz dormida es una novela histórica de Dulce Chacón, basada en hechos reales, que se desarrolla en la posguerra civil española. Es una mirada hacia la cárcel de Ventas, la cárcel de mujeres de Madrid. También nos cuenta la vida afuera, en la ciudad o en el monte. Hortensia, Elvira, Reme, Sole, Tomasa... están encarceladas; todas han visto sus vidas y sus familias destruidas por la guerra y sus consecuencias terribles.

La voz dormida es esta voz callada, la de las mujeres que luchan en silencio, que desde el interior de la cárcel ayudan y apoyan a sus compañeros que están combatiendo en el monte el fascismo recién instalado. Ni la enfermedad, ni la tortura ni la muerte consiguen desanimarlas.

La voz dormida también es la de un médico que ya no quiere ver los horrores de la guerra, que no se atreve a oponerse a su familia pero ha dejado de ejercer su profesión por miedo a enfrentarse de nuevo con la sangre.

Es la voz de Pepita, que prohibe que la llamen Pepa porque suena a muerte; la pequeña Pepita, la chiqueta, la de los ojos azulísimos, los ojos más hermosos de Córdoba, la que siempre tiene miedo, la que nunca quiere meterse en líos; la Pepita que en silencio se va a enamorar de uno de los guerrilleros más "peligrosos", que va a apoyar a su hermana Hortensia, condenada a muerte, y después se hará cargo de la educación de su sobrina Tensi.

Es la voz de Hortensia, la mujer que no sabía que iba a morir, la voz de su miedo silencioso de ver morir con ella a la criatura que lleva en su vientre, la voz de un cuaderno azul como la semilla de una lucha que irá floreciendo más allá de la muerte.

Es la voz del orgullo, de la dignidad y del amor, que en el silencio de la cárcel o del monte, siempre siguen presentes y fuertes y están esperando a que llegue la hora de la justicia y de la libertad. La voz de estos héroes anónimos que murieron por sus ideas políticas, o que murieron sin haberlas tenido nunca, sólo por defender cierta idea de la humanidad.

Véronique RAMOND

Comments

[clase de musica para niños]

Sí, la música ayuda a tantas cosas hoy en día... Relajarnos, evocarnos recuerdos y ella era una verdadera artista, se le echa de menos